lunes, 8 de noviembre de 2010
esta roja divina
Este tiempo que parecía un "yapasará" (y como dice mi hijo "quepase,peroya!!"), se ha vuelto inversión.
Las horas de concentración, de entrenamiento, de acondicionamiento físico/psíquico/espiritual, empiezan a rentar, o parece que van a hacerlo inminentemente.
Está bien así (supongo).
El rojo de la impotencia tuvo que virar al naranja de la voluntad, al amarillo de la fatiga, al verde matiz esperanza, al azul de días de bañarme en el cielo y vestirme de mar, al añil de la energía y al violeta de la pasión y volviendo al rojo, al de la roja divina que soy, llega el tiempo de salir de esta suerte de UCI, y vivir cada segundo como nunca más.
Y es que no andaba Proust acertado en su busca del tiempo perdido; ni hay tiempo perdido ni tiempo que perder. JUST DO IT (ENJOY IT); eso sí, con las greñas al aire.
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4 comentarios:
Y es que siempre acaba por llover, ¿verdad?.
Pos eso, con las greñas al aire y palante!!!
Por suerte todo pasa
Eso.
Ni tiempo perdido ni tiempo que perder.
Pasará.
Pero siempre con huella.
Besos.
Pero se queda, se queda lo que merece "la pena". Así es, no hay ni tiempo perdido ni tiempo que perder (no recordaba esta frase de Proust). Me han encantado esos calificativos de los colores...
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