martes, 24 de agosto de 2010

azzurro

Esta noche que despide a Leo, me acompaña una canción que escuché esta mañana. Suena a las 8.00 de la mañana, cuando aparco el coche (más ó menos) para entrar a trabajar. Y me da energía, no sé por qué. Mañana, libranza y luna llena, me pido un día azul cielo y azul mar.
El paso por leo este verano ha quedado desteñido. Creo que necesito vacaciones y se están demorando. Esperaré unos días más, pero mañana me pido un día azul.