viernes, 30 de septiembre de 2011

vino tinto

   Cuando vuelva a cenar en un restaurante pakistaní, pediré agua además de vino. La verdad es que el picante pide líquido y no hemos sido nada precavidos. Así que el alcohol, tras su paso por el hígado, me ha calentado las yemas de los dedos de las manos.
   Esta mañana he firmado los papeles de la toma de posesión de mi plaza de traslado (esperada durante dooos años) que me acerca a casa y al mar. Mientras escribía mis datos, una y otra vez, ha sonado, entre todas las canciones del mundo, el "Over the rainbow" que versionó Israel Nisécómoseescribesuapellidohawaiano. No habrá sido casualidad. Durante un instante, se me han detenido las manos, he cerrado los ojos y me ha crecido la sonrisa; es una canción que nunca me dejará indiferente, tan importante para mí como el bello recuerdo que siempre me trae. El cielo de mediodía estaba casi negro. Sin duda, existen los momentos perfectos.
   De regreso a casa, me ha venido a refrescar un aguacero. Son cosas del otoño.


   http://youtu.be/w_DKWlrA24k

martes, 13 de septiembre de 2011

luna vacía

    Esta luna llena ha venido vacía; la última luna del verano pide espacio. Se quiere llenar de las flores de mi camelia, de las olas del mar que se acerca, de vendimia, de fiesta y de risas. Con lo veraniega que soy y ando tachando los días que faltan para este otoño tan especial que va asomando. Quiero hacer hueco, dejar holguras, vacíar carpetas y estantes...dicen que los lutos son de un año, pero los hay de año y medio, o de dos. Y sé que el momento no pide permiso para entrar, ni cita previa, ni nada de nada. Llega sin anunciarse; y llegó. Pido calma para disfrutarlo. Y tiempo para compartirlo.