lunes, 8 de noviembre de 2010

esta roja divina



     Este tiempo que parecía un "yapasará" (y como dice mi hijo "quepase,peroya!!"), se ha vuelto inversión. 
Las horas de concentración, de entrenamiento, de acondicionamiento físico/psíquico/espiritual, empiezan a rentar, o parece que van a hacerlo inminentemente.
Está bien así (supongo).
El rojo de la impotencia tuvo que virar al naranja de la voluntad, al amarillo de la fatiga, al verde matiz esperanza, al azul de días de bañarme en el cielo y vestirme de mar, al añil de la energía  y al violeta de la pasión y volviendo al rojo, al de la roja divina que soy, llega el tiempo de salir de esta suerte de UCI, y vivir cada segundo como nunca más.
     Y es que no andaba Proust acertado en su busca del tiempo perdido; ni hay tiempo perdido ni tiempo que perder. JUST DO IT (ENJOY IT); eso sí, con las greñas al aire.

martes, 2 de noviembre de 2010

angeles

     Me gustan los días larguitos de luz... Este fin de semana que me regaló veinticinco horas, me propuse no hacer nada, y que cundieran estas quépoquitasganasdeobligaciones. Pues sí, cundió, y el resultado fue que hice más que muchas veces. Será el zen; no hacer viene a ser hacer más, que se agradece en estos tiempos que ando falta de pilas.
Son días de ángeles y el de la guarda va loco hace tiempo, intentando que le deje cumplir su tarea. Anda tras de mí, esperando un hueco para batir las alas y refrescar el aire que respiro. Prometí escribirle una carta, como a los Reyes Magos, que anda el ángel desconcertado, como si no tuviera permiso para intervenir. La presencia de él y sus amigos se nota, en esas caricias de la música y en esa conciencia de sentirme acompañada. Te hago hueco, le digo. Y viene.