domingo, 4 de diciembre de 2011

presbiopía

     A mí que me crezcan arruguillas, me salgan canas o me desciendan las tetas, pues bueno; lo que me hace sentir mayor es no ver la carta de un restaurante o el precio de las etiquetas. Y los SMS y WhatsApp de mis hijos (especialmente cuando estoy conduciendo y llevo gafas de sol sin graduación) que andan faltos de vocales.
    Es chungo no ver de cerca; peor, si una ha disfrutado de una leve miopía hasta ahora.
    Los asuntos de refracción y acomodación precisan un sutil equilibrio. Como las estaciones del año. 


    Me entretuve en primavera, y de repente fue 1 de noviembre. El puente que no pude disfrutar por ensayos y por trabajo, lo dediqué, entre otras cosas, a sanear mis e-mails (diagnóstico : Diógenes con todas las de la ley) Los ángeles que me visitan por esas fechas, ayudaron a revisar carpetas que me daban miedo. Y disfruté al sentir las comisuras de los labios buscando la paz del cielo. Y encontré lo más valioso, mi respuesta a algunos de los mensajes que releí en un "nifúnifá", ya sabedora de que lo único certero es mi parte, lo que ahora siento cuando soy consciente de lo que dí y tengo para seguir dando. Y llegó, sin casi darme cuenta, el Adviento.
Hoy, encendí la 2ª vela morada. La primera fue la del Amor. La segunda es la de la Paz...

viernes, 14 de octubre de 2011

alicia

     He ido probando galletitas con el cartel de "cómeme"; no soy miedosa, en general, aunque la experiencia me ha vuelto más prudente. Con cada mordisco, me hago más grande, hasta asomar, a veces, las manos y pies por las ventanas. O me hago más pequeña, aliviando el agobio y permitiéndome respirar hondo. Pero me cuesta no seguir mordisqueando. Buenos amigos me dicen : "No tienes escarmiento". Pues no sólo no lo tengo, sino que tampoco lo quiero, ni lo echo de menos.
   Y en uno de esos momentos en que la casa me aprieta, de lo pequeña que me queda, me doy cuenta que ha vuelto a rodearme la coraza que guardo en el armario para cuando necesito defenderme, sin pedirme  mucho permiso. Tal vez hace tiempo que la llevo encima...no era consciente. Claro, unos meses lentos, llenos de días rápidos, no favorecen tocar, oler ni saborear, hasta que aprieta tanto... Ya no hace falta; toca retirarla, limpiarla y tenerla a punto, bien guardada, por las vueltas que da la vida. Y seguir caminando, más ligera, descalzando los sentidos y las emociones. 
   Y bautizar los tobillos en nuevos mares.

viernes, 30 de septiembre de 2011

vino tinto

   Cuando vuelva a cenar en un restaurante pakistaní, pediré agua además de vino. La verdad es que el picante pide líquido y no hemos sido nada precavidos. Así que el alcohol, tras su paso por el hígado, me ha calentado las yemas de los dedos de las manos.
   Esta mañana he firmado los papeles de la toma de posesión de mi plaza de traslado (esperada durante dooos años) que me acerca a casa y al mar. Mientras escribía mis datos, una y otra vez, ha sonado, entre todas las canciones del mundo, el "Over the rainbow" que versionó Israel Nisécómoseescribesuapellidohawaiano. No habrá sido casualidad. Durante un instante, se me han detenido las manos, he cerrado los ojos y me ha crecido la sonrisa; es una canción que nunca me dejará indiferente, tan importante para mí como el bello recuerdo que siempre me trae. El cielo de mediodía estaba casi negro. Sin duda, existen los momentos perfectos.
   De regreso a casa, me ha venido a refrescar un aguacero. Son cosas del otoño.


   http://youtu.be/w_DKWlrA24k

martes, 13 de septiembre de 2011

luna vacía

    Esta luna llena ha venido vacía; la última luna del verano pide espacio. Se quiere llenar de las flores de mi camelia, de las olas del mar que se acerca, de vendimia, de fiesta y de risas. Con lo veraniega que soy y ando tachando los días que faltan para este otoño tan especial que va asomando. Quiero hacer hueco, dejar holguras, vacíar carpetas y estantes...dicen que los lutos son de un año, pero los hay de año y medio, o de dos. Y sé que el momento no pide permiso para entrar, ni cita previa, ni nada de nada. Llega sin anunciarse; y llegó. Pido calma para disfrutarlo. Y tiempo para compartirlo.

martes, 26 de julio de 2011

año-ranza




     Recién entrado leo, cumplo años...dicen. Nací el día que mi padre estrenaba 33; y hace 13 que soplo las velas sin ayuda. Con lo que me gusta apagar el año que acaba y se me mezclan la alegría y algo que se queda en un pliegue del diafragma, lacerante, señalando esa ausencia que llena la reunión familiar (cosas del mediterráneo). Hacía años que mis hijos tampoco me acompañaban, porque estaban de acampada en estas fechas; más altos que yo, ya, han estado conmigo. Y los dos me han ganado las partidas de ajedrez. Ley de vida, supongo, porque hace nada que contábamos juntos 2+1 ó 1+2, para mover el caballo. 
Siento que los años no duran lo mismo, ni pesan ni huelen lo mismo. Hay doce meses cortos y largos, estrechos y anchos, livianos y pesados. Hay años que vuelan y otros que bucean en alguna sima de alguna zona abisal. Seguro que todos los días no tienen 24 horas, ni todas las semanas siete días, y hay meses de tres minutos y otros meses de tres lustros. Hay años que se van, años que vuelven y años que te acompañan más de 365 días, o menos. Y estoy emocionada porque vuelvo a a apagar el número 15, el número 9, el 30..., todos y ninguno más. Por eso, creo que es mejor no contar y vivir los sesenta segundos del minuto y las veinticuatro horas del día. Algunas velas no se encenderán más y otras seguirán ardiendo, porque nada es como siempre, pero sí hay cosas que son para siempre (felicidades, papá!)

viernes, 8 de julio de 2011

nunca es como siempre

Un encuentro con alguien que dice estar "comosiempre" me deja inquieta, porque lleva la tristeza colgando de las orejas, como pendientes, y una sombra sobre los hombros que da frío verla. Yo lo veo como nunca antes y hace muucho que nos conocemos, y nos conocimos bien. 
   Hubo un tiempo en que envidié a la gente que está "comosiempre", pero queda el resquicio de si lo dicen de verdad. No se hizo esa frase para mí. Posiblemente me agrada y me disgusta lo de siempre, pero nunca es como siempre. Que sea lo mismo no quiere decir que sea igual. Y me parece que el aleteo de mis orejuelas cardíacas es caprichoso, y también esa mariposa que vive en mi estómago esperando el momento de hacerse notar, y el temblor que no hace temblar mis rodillas, y el rubor en mis mejillas (me pongo colorada como una adolescente). También tiene antojos mi risa y me puede hacer llorar de tan caprichosa que es. 
   Ni siquiera mi felicidad es "comosiempre"...
 

lunes, 27 de junio de 2011

     Una cenita improvisada, dos coca-colas y un té, y aquí estoy con los ojos como platos. Tres mañanas de consulta y estaré de vacaciones (¡qué bien!)
   Espero recuperar en estos días algo de lo que ha ido saliendo de vacaciones y no ha vuelto. Los días pasan rápidos y el tiempo pasa despacio... 
Y te ríes...cuando consulto mi agenda llena de anotaciones que no he tenido tiempo de repasar. Y me río yo...que no me reconozco en este despiste. Voy a cancelar (necesidades del servicio) las vacaciones que tomó mi autoestima, castigadita élla. También se han agotado las vacaciones del "porque me da la gana", tan políticamente incorrecto como mis ataques de risa, que también están regresando de un paseo por las nubes. Y terminaron las noches en que me voy a dormir sin limpiarme la cara y sin ponerme mis cremas, de pura urgencia que tengo de irme a descansar. 
     Bienvenido, veranito.
    
     

martes, 7 de junio de 2011

finales

     Casi puedo asegurar que Junio es mi mes favorito. La luz se estira hasta las cenas, los atardeceres se hacen eternos, y llegan los exámenes finales. Incluso ahora que no acabo curso alguno, sigo teniendo la sensación de llegar al final para encontrar el principio. Mes de cerrar y mes de abrir. Será que nací en Julio... 
     Este año, especialmente, espero la noche mágica que abre el verano. Me ha dicho el mar que vienen cambios (yo ya lo sabía) y me gusta. Mis hijos me miran y no entienden esa cara de alivio que ven, pero les gusta verme contenta. 

martes, 26 de abril de 2011

MOTION SENSE

          En estos días ociosos, con guardias intermitentes, chubascos y rachas de viento, preludio de un próximo puente, descubro gracias a un anuncio (fuente de sabiduría...) que Ausonia ha investigado un sistema llamado "motion sense" que "...cuanto más te mueves, más funciona". Y me pongo una, varias, pulseras de cascabeles para oírme sonar. Estoy perezosa, hace ya un tiempo, y el tintineo que acompaña mis movimientos me llama la atención. Ciertamente es estimulante y cansino a la vez. 
     Alguien me dice que la rutina apacigua la inquietud, y yo, inquieta como una bacteria con flagelos, me inquieto más aún con la rutina; será un círculo vicioso, ¿no?. Más rutina, más inquietud, más buscar rutina, más encontrar inquietud. Si es cierto, como cada vez creo con más firmeza, que venimos de las bacterias, yo soy hija de espiroquetas. Y allá voy por el tobogán helicoidal, divertida, horrorizada, según la luna, según las isobaras, hasta darme cuenta que en ese movimiento continuo, es donde mejor estoy. Estoy encontrando mi sitio en el mundo.
     Y cierro los ojos, para guardar ese instante de felicidad conmigo y para mí. Y para vosotros.

martes, 19 de abril de 2011

bumerán

  "Más de un bumerán no regresa. Elige la libertad" (Stanislaw Jerzy Lec)

  Encuentro este aforismo cuando tengo una escapada en ciernes, a Venecia; dicen que es una ciudad de mucho fluír, y la dinámica de los fluídos siempre es interesante. Retomo mi fantasía de ir un día al aeropuerto, con unas bragas limpias en el bolso como todo equipaje, y coger el primer vuelo que me parezca interesante.


   Puede que algún día escape al efecto bumerán, al volver al sitio de donde salí, con la misma energía con que lo quise dejar. Se me tuercen los planes de no hacer planes. Y me dejo caer, planeando...

jueves, 14 de abril de 2011

ensayo general

      Supe hace tiempo, muchos meses, que llegaría ese "Requiem" de Mozart (canto de descanso). Cuestión de dejarlo llegar. Y fue a su tiempo. Y el concierto estuvo bien.
Mejor aún, el ensayo general; el barullo de los músicos, la afinación de los instrumentos, los gestos del director... Siento que la vida no nos permite ese lujo. Volver al pasaje que pudo ser de otra forma, reinterpretar la partitura, acompañar voz y orquesta, y aún con todas las correcciones posibles, cada concierto es un AQUI Y un AHORA. Mientras escribo me estoy barruntando que no, que sí, que la vida es un perpetuo ensayo general.

jueves, 10 de febrero de 2011

año del conejo

Dam... una sonrisa que me tapa los pendientes, dabadam... cambio 112 km por 12 km para ir a trabajar, dabadam... un casi traslado a "la voreta de la mar", dabadamdamdamdamdam... un abriguito rojo en las rebajas, dabadam... un exfoliante "sin perdón" que me ha dejado la piel como hacía tiempo, dabadam... lencería glaumorosa, dabadamdamdamdamdam... pentagramas bajo la almohada, dabadam... sonrisas de complicidad materializadas en un abrazo generoso, dabadam... encuentros y reencuentros, dabadamdamdamdamdam... once orquídeas sobre la mesa del comedor, dabadam... hombrecitos en mi sofá, dabadam...  una voz al otro lado del teléfono que suena a bossa, dabadamdamdamdamdam... alegría en general y en particular. El año nuevo (vida nueva) no fue para el 1/1/11, por cifras que pintaran mágicas; será ésto del año del conejo, mas bien.
No sabéis lo contenta que estoy!!!