¡Pasó el mes de julio!, enterito. He cumplido un año más. Y pasó el eclipse solar. Es curioso; me explicaba una amiga, antes de partir a China para verlo, que la Luna se interpone entre el Sol y nuestro planeta. Lo estudié en EGB, ó en BUP, y sacaría muy buena nota en el examen, casi con seguridad. Pero ahora entiendo cosas que se me escaparon, y por eso olvidé, al recoger los resultados de la evaluación, todos estos bailes planetarios.
Tal vez por haber nacido en verano, al principio de Leo, me siento una mujer solar. Tal vez, por eso me sabe mal que los satélites se crucen en mi camino, apagando el brillo y energía que corresponde a una estrella...tal vez por eso me hacía falta aprender que sólo cuando me hacen sombra, se puede observar mi corona en todo su esplendor. Eso hacen los sabios y científicos : aprovechan la interposición de la Luna, para observar con detalle el símbolo que caracteriza a una reina. La Luna acaba pasando y vuelve la luz. Y es curioso que ésto se pueda apreciar desde unos sitios de la Tierra, y desde otros, no.
Me decía un amigo que soy narcisista, y creo que fue Narciso el que se miró en un espejo y le dio un patatús. No ando muy puesta en mitología. De momento, no he logrado ni mirando el espejo ni mirando dentro, contemplar tanta belleza. Tampoco lo he intentado mucho, la verdad. Me da igual. Y de vez en cuando, la presencia de la sombra es más esclarecedora que toda la luz del Sol.
Quedo a la espera del próximo eclipse penumbral de luna, a ver qué me descubre.