miércoles, 18 de marzo de 2009

patchwork

Me enseñaban el otro día una preciosa labor hecha con retales de telas diferentes. Me acordé de los consejos de un maestro feng-shui que decía que hay que tirar lo que no sirve. Pero, ya situados en la economía de crisis, y haciendo gala de mi capacidad de ajuste creativo, que alguien llamó "optimismo por necesidad", elijo reciclar los tejidos con los que no haré un traje, para elaborar un precioso edredón, calentito y acogedor, que cobije mi ánimo y atempere mi espíritu, necesitado de calma ahora mismo.
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El año pasado, por estas fechas, andaba por París, París-París que dicen mis hijos, contenta e ilusionada bajo la luz de la luna llena. Hubo una grata sorpresa horas antes de salir hacia allí y una interesante propuesta. Al regreso del viaje, nos sorprendió la misma luna redonda al bajar del avión, la de París. Nos había seguido, la muy ladina, sigilosamente. O tal vez, la luna llena de aquí nos fue a buscar al pie de la Torre Eiffel, impaciente, como yo, por regresar. Así es la luna; cíclica y caprichosa. Y así son los lunáticos. Así que la propuesta debe andar como la luna de allá para acá, porque se desvaneció en cinco días. C´est la vie!!!
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Me gustan los días de libranza, desde que comienza a salir el sol. Los últimos momentos de alerta, sabiendo con certeza a qué hora puedo relajar la tensión, suelo disfrutarlos en el patio, apoyada en la verja que nos separa de la huerta y la vía del tren, para ver amanecer. Luego, un café de máquina, pura rutina, y a recoger. Exenta ya de responsabilidad me adentro en un día "de descanso", aliviada, somnolienta y con ganas de olor a tostada. Ya en casa, me espera una mañana sin reloj y una siesta que permita recoger la tarde con soltura. Y se me ocurre que está bien dedicarse a algo, por duro que sea, con punto final. Si la vida, cuando parece que se torna enemiga nuestra, nos permitiera librar un día...
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¿Puede alguien guardar tantas cosas sin decir, tantos sentimientos no permitidos, tantos miedos e inseguridades, entre pecho y espalda, que lleguen a deformar su estructura ó escapen por sus arterias aumentando la presión?.
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Yo pasaba por allí y encontré alguien que hace surf, como por casualidad, que ya sabeis lo que se dice, que nada pasa por casualidad. Pues bueno, en nuestros encuentros en el "Paco´s", llenos de complicidad, guiños, y sano compartir, me va explicando toda una filosofía, la "surfari" (creo que se llama así). Te levantas, y según viene el aire, si es que viene, escapas a correr con las tablas bajo el brazo, donde convenga más. Me intenta explicar el vértigo de coronar una ola, sabiendo que, con los cinco sentidos en éllo, tienes que apresurarte en atesorar el instante, porque no puedes permanecer allí. Si subes a un monte, te puedes quedar cuanto quieras, hasta agotar la comida, contemplando el paisaje, paseando, ó cerrando los ojos para recibir las caricias del sol y el aire fresco; en el mar, no. Nadie pone su nombre a una ola. Y es importante saber que lo importante no está arriba de la ola, sino en el camino y el esfuerzo de llegar allí.
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R.C. (83 años) : "Mientras uno vive, no es viejo" (cuando dice su mujer : "Somos viejos, Dra."). Y yo, me miro en el espejo, y veo en mis arrugas y en mis curvas, mucha cultura, mucha sabiduría aún inconclusa.
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"La cosa más divina que hay en el mundo es vivir cada segundo como nunca más" (Vinicius de Moraes)

8 comentarios:

silta ♀ dijo...

Me gusta como eres capaz de expresar la luz y la oscuridad, con luna o con sol ... y lo que más me gusta es como trasmites tu nombre entre tus palabras.
Si, se puede, y no debería preocuparnos tanto la deformidad física como la del alma, que es más frágil...
La juventud y la vejez es otro tema, pero todo, fijate! siempre aparece el alma... tan frágil
Lo importante es nuestra capacidad de reconstruinos un pulso eterno entre la fortaleza y la fragilidad ... del alma.
Te quiero, besos

esperanza dijo...

Yo tambien te quiero. Gracias por visitarme, guapa.

Fernando dijo...

de tus retales puedes hacer una colcha o edificar una casa...tal vez la costumbre no sea reflexionar sobre las cosas pero sé que mirando una segunda vez entre respiraciones y silencio se ve todo de otro modo más nítido...quizás ese sea el camino...un beso de primavera.

Miguel Ángel Yusta. dijo...

Gracias por tu visita y tus palabras...Ah París...salgo para allá unos días...Me acordaré de estas hermosas palabras de tu post...Besos.

ybris dijo...

Hermosos retazos de pasado y presente para componer unas bellas reflexiones en un día de asueto.
Y, en el fondo de todo, la vida que aparece, colocada siempre sobre la cresta, tan móvil, de una ola.


Besos.

cristal00k dijo...

El tiempo es sólo un punto, que oscila entre un futuro que no existe y un pasado que murió...¿será verdad?
Me gusta este rincón. Un beso Esperanza.


P.D- ¡ole por Anita!

esperanza dijo...

Mi querida PANTERA, quizás, quizás, quizás...llevo tanto tiempo en lo intelectual, lo racional y las listas "MOTIVOS PARA" y "MOTIVOS PARA NO", que al iniciar el blog me propuse compartir mis experiencias y permitirme mis emociones.
Llegará esa nitidez, sin avisar, desde el silencio. Mientras tanto, respiraré; muchas gracias.

Me gustan tus visitas, MIGUEL ANGEL, y me gustan tus poemas. ¡Qué bonito es París-París!. Un beso.

YBRIS, creo que a la vida le cuesta poco colocarse y descolocarse, o más propiamente, colocarnos y descolocarnos. Desde mi colocón, te envío un abrazo apretado (con permiso).

esperanza dijo...

Querida CRISTAL (eres brillante), cierto que el tiempo es un punto, pero ojito con los apellidos. Punto y coma, punto y aparte, punto final, puntos suspensivos, punto negro, punto filipino...Y son los puntos los que definen una recta, ¿no?. No sigo por aquí, que me lío con los planos y éso y, de
momento, me basta con un horizonte.
FELIZ PRIMAVERA!!