tengoque.com

"Tengo que" probar lo que es pasar un día sin decir "tengoque" y ya empezamos mal. "Tengo que" desaprender miles de cosas, empezando por el "tengoque" y lo mismo.

Buff, se ve que hay una secta de "tengoques", que se dedica a realizar oraciones con su letanía correspondiente ("tengoque...", rogad por mí) y me atraparon hace tiempo, y yo me sentía bien, dando sentido a mi vida en vez de, sencillamente, sentirla y vivirla. También sé que es contagioso, y que el contacto repetido con estas gentes produce sensibilización y reacciones alérgicas que pueden ser catastróficas, llegando a producirse un efecto paradójico de "yonotengoquenada" que desencadena una desidia en la responsabilidad que puede llevar a faltarse el respeto a uno mismo, cosa que a nadie deseo por lo doloroso y destructivo, y por la posibilidad de iniciar una cascada de sucesos, difícil de detener y de la que podríamos hablar en otra ocasión.

En fin, propongo crear el Día Mundial del "tengoque..." por aquello de unir fuerzas, ó los "tengoque" Anónimos, y pido al Cosmos que todo lo puede, si no puede ser en esta vida, al menos que sea para todas las otras, me libre de este mal.

Me han dicho que ayuda cambiar el tener por el querer...será ir probándolo.
Mientras tanto, adorables compañeros virtuales, ¿qué os parece iniciar una página "tengoque".com?

los medianos

Hoy, un duro lunes si no pongo YA remedio, me viene a la cabeza la idea de lo que calma el ánimo "ser mediano". Uno de mis hijos, en un acceso de cólera materna (queporalgoseríadefijo) contestó a la pregunta del millón : "Pero vosotros, ¿qué sois?. ¿Sois mayores ó pequeños?", con un sorprendente : "Oye, mamá, que yo soy mediano".
Me relaja ahora pensar que esta semana puede ser agitada, pero mediana. Que aquéllo del término medio y la virtud se dijo cuando no conocíamos lo del yin y el yang, y que estos días, que pasarán pronto como pasaron otros, puede guardar el secreto del equilibrio de los medianos.
¡Cuánto me queda por aprender!

No ponerse en ningún lado, contemplar a media distancia y compromiso cortito...me quedo mediana (al menos, unos días).

con la miel en los labios

¡Qué bonita sensación!. Tal vez merezca la pena que la cosa quede ahí, en los labios, sin engullirla, mascarla ni deshacerla paladeándola. Y volver a la sensación, una y mil veces, de la dulzura justa, sin quedarse atrapado...Sin objetivos ni otras expectativas. Justo así, como fue y como queda.