viernes, 7 de agosto de 2009

siete del ocho del nueve

Siete del ocho del nueve...y se va la luna llena, tan despacio que la alcanza el sol-melocotón de las primeras horas. Y me hacen sentir viva.
Siete del ocho del nueve...en la radio del coche suena una de mis canciones favoritas. Y me hace sonreír.
Siete del ocho del nueve...cuando llego al trabajo, las campanas de la iglesia del pueblo están dando las ocho. Y me hacen voltear el corazón.

Ni el siete, ni el ocho, ni el nueve, hasta ahora, han sido muy especiales. Y me siento tranquila. Y en este siete del ocho del nueve, necesito contar con un milagro aunque no crea mucho en éllos. Y presiento un buen fin de semana.

5 comentarios:

borraeso dijo...

Los fines de semana, aunque mengüe la luna, tienen que ser buenos y prolongarse en la semana siguiente...

...Y no es ya un milagro el influjo y la luz de la luna siempre arriba, incluso cuando dejamos de verla?

Felices ocho y nueve del nueve y siguientes!!!

cristal00k dijo...

Siete del ocho del nueve, otra de tus fantásticas entradas.
Te envio mis mejores deseos para todos tus días.
Un beso Esperanza

Blog de alma dijo...

No hay fechas, hay momentos...

ybris dijo...

07/08/09 Curioso.
Como si todo estuviera ordenado.
A veces eso nos hace sentirnos en paz viviendo.
Ya es suficiente milagro.

Besos

Fermín Gámez dijo...

Aritmética del tiempo y al fondo del corazón, la necesidad de los milagros. Puede que ambas cosas, en realidad, sean lo mismo y no nos hayamos dado cuenta.