Es curioso; me explicaba una amiga, antes de partir a China para verlo, que la Luna se interpone entre el Sol y nuestro planeta. Lo estudié en EGB, ó en BUP, y sacaría muy buena nota en el examen, casi con seguridad. Pero ahora entiendo cosas que se me escaparon, y por eso olvidé, al recoger los resultados de la evaluación, todos estos bailes planetarios.
Tal vez por haber nacido en verano, al principio de Leo, me siento una mujer solar. Tal vez, por eso me sabe mal que los satélites se crucen en mi camino, apagando el brillo y energía que corresponde a una estrella...tal vez por eso me hacía falta aprender que sólo cuando me hacen sombra, se puede observar mi corona en todo su esplendor. Eso hacen los sabios y científicos : aprovechan la interposición de la Luna, para observar con detalle el símbolo que caracteriza a una reina. La Luna acaba pasando y vuelve la luz. Y es curioso que ésto se pueda apreciar desde unos sitios de la Tierra, y desde otros, no.
Me decía un amigo que soy narcisista, y creo que fue Narciso el que se miró en un espejo y le dio un patatús. No ando muy puesta en mitología. De momento, no he logrado ni mirando el espejo ni mirando dentro, contemplar tanta belleza. Tampoco lo he intentado mucho, la verdad. Me da igual. Y de vez en cuando, la presencia de la sombra es más esclarecedora que toda la luz del Sol.
Quedo a la espera del próximo eclipse penumbral de luna, a ver qué me descubre.
5 comentarios:
A veces la sombra es lo único que nos permite conocer los objetos.
Al menos Platón así lo expuso en el mito de la caverna.
Debe de ser cuando la luz deslumbra demasiado.
Quizás por eso algunos preferimos la luna al sol y la penumbra a la excesiva claridad.
Besos.
Gracias, Ybris. Que tengas un día estupendo y una noche de luna llena.
Como has dicho, la "presencia de la sombra es más esclarecedora que toda la luz del Sol".
Estoy tan a favor de esto que en vez de la expresión acuñada de "arrojar luz sobre algo" en el sentido de aclarar su esencia, yo emplearía "arrojar sombra sobre algo", en el sentido de que la sombra me permitiría ver detalles que de otro modo me pasarían inadvertidos.
Yo en cambio soy un ser de sombras y de penumbras. En la oscuridad se puede meditar incluso la futilidad de la existencia de toda luz.
Aunque eso no quita para que admire, y mucho, a seres solares como en este caso.
Gracias de nuevo por haber rondado las puertas de mi morada vampírica.
Las sombras, a través de mí, agradecen siempre a todos aquellos que se adentran en tales parajes.
Cegadora es muchas veces la luz del sol. Y las sombras casi siempre acogedoras.
Némesis, la Diosa de la venganza, cstigó a Narciso por su crueldad con Eco (una ninfa enamorada de Narciso) a enamorarse de su reflejo en una fuente, donde acabó tirándose y ahogándose. Y sigue diciendo la leyenda que donde cayó surgió la flor que lleva su nombre.
Besos y feliz verano Esperanza.
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