lunes, 25 de mayo de 2009

gestos

Me sorprendo en un gesto, cogiendo el volante con una mano y dejando caer la otra por la ventana, que me recuerda a mi padre. Supongo que en las muchas horas de viajes familiares, el coche lleno de niños y canciones, aproveché para integrar tu compostura.
Regreso de un pueblo de 300 habitantes, que visito a primera hora. Este fin de semana, ha habido dos defunciones, mucho para un pueblo tan pequeño. Anunciaban su inminencia hace días. No sé...agradezco a mis pacientes que dejen este mundo cuando no trabajo. Atendidos cuando lo precisaban, deciden encontrar el camino hacia donde no me necesitan, sin mí. Es su reconocimiento, su "está bien, ya no me haces falta".
Conduzco, despacio, muy despacio, haciendo eterna una pequeña distancia (apenas un km) porque hoy las emociones lo propician. Y se me empañan los ojos, entre naranjos y flores alfombra, bajo la luz de un sol que promete un día de verano precoz. No estoy triste, ni rabiosa, pero tengo ganas de dejar correr las lágrimas; son éllas, en realidad, las que asoman sin permiso y sin vergüenza.
Canturreo a Lluís Llach : "...així aprenem que en viure anem morint i ens corprèn que aquesta llei sigui tan certa", y las notas me llevan a una querida isla que hace tiempo que no visito, pintándome de azules, como el mar que la rodea. Me doy cuenta que extravié el mapa del tesoro. ¿Qué habrá sido del pirata, la perra vigía y el tiburón del estanque?. Les deseo que no les falte ron.
Ya en el patio del ayuntamiento dejo el coche y respiro hondo. Hay una golondrina muerta. Miro al sol y cierro los ojos. Le recuerdo que he pedido, al despertarme, un lunes como un viernes, y le sonrío.
¿Qué tienen los gestos que nos llevan a esta cascada de emociones, a esta coreografía nunca dos veces igual, a este efecto-mariposa?. Casi acaba la mañana, una buena mañana.

6 comentarios:

Fermín Gámez dijo...

"...agradezco a mis pacientes que dejen este mundo cuando no trabajo. Atendidos cuando lo precisaban, deciden encontrar el camino hacia donde no me necesitan, sin mí. Es su reconocimiento, su "está bien, ya no me haces falta"
Mi trabajo no es ni remotamente parecido al tuyo, por lo que nunca podré pasar por una experiencia como la que reflejas en tu texto, pero lo has escrito de un modo que casi he podido dejarme llevar por ese sentimiento que forma parte de tu vida.

ybris dijo...

Gestos precisos los que describes.
Sobre todo el de aquellos que tienen el detalle de marcharse cuando no estamos.
Todo lo demás es sólo saber mirarse para ver nuestros propios gestos y hacer de la mañana algo glorioso.
Como un viernes de un lunes.

Precioso.

Besos.

cristal00k dijo...

Bienvenidas sean las coreografías de los viernes para los lunes y para todos los días.
Emocionante Esperanza.

libertad dijo...

Tengo un nudo en la garganta, de esos como tus lágrimas, de los que te sobrevienen, aunque no estés triste. Me encantó ese enlace de emociones hondas con gestos que nos recuerdan a otros y todo se mezcla, lo de dentro y lo de afuera. Precioso. Es un privilegio sentir así y contarlo tan bonito.
Un beso grande
Buen día!

Blog de alma dijo...

Quizás porque cuando llega la hora ya no cabe la espera

libertad dijo...

Dónde estás queria Espe? Estás bien?
Besos!!!