viernes, 21 de mayo de 2010

navacerrada

Ando con la sensación de que el volcán Eyjafjällajokull me ha enseñado mucho, acerca de nubes que vienen y van, nubarrones de ceniza, que creo que ya no están pero sí, sí que están. Y con la fuerza de paralizar un aeropuerto entero. He de respetar a la Naturaleza...y conocer su poder.
Mis fuerzas, ahora mismo, llegan para pasar las 21 horas que me deja el día; como a Scarlett en "Lo que el viento se llevó", me queda el : "Mañana pensaré". Y mañana me subo a un autobús, después del trabajo, para ir a Navacerrada, a cantar, que me gusta un montón, me nutre y me relaja. La buena compañía me hará bien. Las risas con mis tres sintenores, y unos pocos más, están garantizadas...y el aire de la sierra que haga el resto.
No estoy para muchos planes, pero me he arriesgado y ya estoy que me canto encima. La música del alma, la que se lleva en la piel, y se siente en las tripas, es un lenguaje común y universal. No lo he hecho hasta ahora, ni sé si lo haré otras veces, pero voy a compartir con vosotros un enlace que me llega de un amigo muy querido. Que os lo disfrutéis. Buen fin de semana.

http://vimeo.com/moogaloop.swf?clip_id=2539741

5 comentarios:

ybris dijo...

¿A Navacerrada a cantar?
¿Respetando la naturaleza?

Te acompaño.

Besos.

esperanza dijo...

A ver...cantar en la Casa de la Cultura y pasear por el monte a la mañana siguiente, que parece que vamos rollito Julie Andrews, y yo me quedo más con Monteverdi ó Desprez (es personal, claro).

Besos.

(Recibiste la botella...creía que llegaste desde uma ó libertad. En fin...bienhallado en cualquier caso y gracias por estar)

libertad dijo...

Ayyy, y cómo no he leído yo esto antes, para decirte que conozco un poquito esa Casa de la Cultura, y ese pueblo, porque bailé un cha cha chá en tiempos, y viví, respectivamente...ojalá y veas mi lago y mi montaña!
Un beso enorme!

esperanza dijo...

Ví tu lago y paseé por tu montaña...y canté, cantamos.
Un #beso, libertad.

cristal00k dijo...

Somos orgullosos los humanos y creemos controlarlo todo. Pero cuando el volcán islandés erupcionó, me supo mal por todo el transtorno que supuso y aún supone para mucha gente, pero pensé que hay veces que Gaia nos pone en nuestro sitio... al final no somos más que comparsas de un plan superior.

Besos preciosa. Me gusta verte en marcha.